Albóndigas de berenjenas

Albóndigas de berenjenas

¡Hola!

Tendréis que perdonarme, hace mucho tiempo que no paso por aquí, aunque tengo una buena razón: he cumplido uno de mis sueños, mudarme a una casa en la montaña, rodeada de pinos.

Por desgracia, no tengo internet y no es tarea fácil conseguirlo, pero ello no me preocupa, se que me esperaréis ¿verdad?

La semana pasada preparé estas maravillosas albóndigas vegetales, y qué maravilla, nada que envidiar a las tradicionales de carne. De verdad os las recomiendo muchísimo.

Ya sabéis que el sustituir carne en algunas de nuestras elaboraciones ayuda al planeta, así que, os animo a empezar con el #lunessincarne . Yo empecé hace más de un año y ya casi he reducido el consumo de carne al 70% en mi dieta.

¡Vamos con la receta que me lío mucho!

Ingredientes para dos personas

  • Una berenjena grande

  • Medio pimiento rojo

  • Dos dientes de ajo

  • Dos cucharadas soperas de harina de garbanzos o la harina que tengas en casa

  • Especias al gusto

ELABORACION

  • El primer paso es cocinar la berenjena. En mi caso la hice al microondas. La partí por la mitad, le hice unos cortes y la puse en un recipiente apto. La cociné unos 8 minutos a máxima, lo mejor es ir parando y ver cuando está tierna. También se puede cocinar al vapor o asada al horno.
  • En una sartén con un poquito de aceite, doramos los ajos picaditos, y a continuación añadimos el pimiento. Una vez cocinado añadimos la pulpa de la berenjena que habremos sacado previamente después de cocinarla.
  • Añadimos las especias. Cuando esté todo blandito lo pasamos a un bol. Dejamos templar.
  • Agregamos la harina y mezclamos bien hasta tener una masa homogénea.
  • Nos mojamos las manos con agua y empezamos a hacer bolitas. Así hasta terminar la masa.
  • Ponemos de nuevo una sartén a calentar con un pelín de aceite y doramos nuestras albóndigas vegetales.
  • Ya las tenemos listas, podemos acompañarlas de arroz, fideos o incluso una rica salsa de tomate tradicional.

Cómo veís son muy fáciles de hacer, podéis incluso doblar cantidades y congelar para otra ocasión. Es una receta de aprovechamiento que nos salva en esos días de prisas o pocas ganas de cocinar.

Muchas gracias por estar ahí, y hasta la próxima receta!